Como en el Calvario, hoy insultado,
revive, endemoniada, la blasfemia;
la que fue, o es, de España su leucemia
busca, Señor, verte crucificado.
Si no tenemos al niño educado
será víctima de la cruel pandemia,
ese insulto es como una academia
que descubre un odio acumulado.
Hoy, a tus plantas, sumiso, rendido,
pido perdón a tanto pecado y mal
para cuantos injustos te han ofendido.
Pido, sí, Cristo, perdón universal
porque ellos, pobres, no han sentido
tu buen corazón paterno – maternal